VELOCIDAD SOBRE AVENIDA CIRCUNVALACIÓN

EL 98% DE LOS AUTOMOVILISTAS NO RESPETA LA VELOCIDAD MÁXIMA
Según un relevamiento realizado por el diputado nacional Fabián Peralta (GEN-CC) sobre 1336 autos y 195 camiones mediante una pistola radárica de velocidad, el 98% de los vehículos que transitan Circunvalación no respeta la velocidad máxima: sólo 26 autos transitaron a menos de 60 Km./hs..
"El 70% de los autos circula a más de 80Km/hs. y el 20% a más de 100Km/hs., es decir, que uno de cada cinco conductores circulan a más de 100Km/hs, con el peligro que esto representa. Otro dato que surgió es que la velocidad promedio es de 87Km/hs., e incluso se constató un caso donde la pistola marcó 140Km/hs.”, detalló Peralta.

El legislador santafesino también informó que “con relación a los camiones, el 80% de ellos no respetó la máxima de 60Km/hs., la velocidad promedio fue aquí de 70Km/hs. y llegamos a detectar una máxima alcanzada de 102 Km /hs.”
Producto de estos datos, el legislador solicitó a las autoridades de Vialidad Nacional que gestionen ante el Ministerio de Seguridad de la Nación, la presencia de la Gendarmería Nacional en la avenida Circunvalación a fin de disuadir a los conductores y lograr que respeten la velocidad máxima permitida.

“Cuando comenzaron los trabajos en Circunvalación -el 25 de febrero de este año-, se fijó una nueva velocidad máxima, sin embargo un simple testeo nos está demostrando que esta máxima no es respetada. Esta imprudencia de los automovilistas, sumada al precario estado vial, la falta de iluminación, la escasa señalización, más la presencia de máquinas y hombres trabajando, constituyen un conjunto de factores que justifican nuestra solicitud. En ese sentido pensamos que la presencia de Gendarmería tendría una acción disuasoria muy importante”, expresó el diputado nacional.
Según un informe del CESVI, el incremento de velocidad tiene consecuencias que afectan de manera considerable a la conducción y al vehículo en distintos aspectos. A mayor velocidad, disminuye la visión periférica, se incrementa la distancia de frenado, se pierde la maniobrabilidad del vehículo, en lluvia se acrecienta el riesgo de aquaplaning, y el vehículo no tendrá un comportamiento estructural adecuado en caso de choque.